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4 de febrero de 2008

S/T

Aunque sea una sombra

que te habla

que te escribe

me reconocerás

en cada ruta de tu cuerpo

que yo siga

aunque sean siempre

distintos los caminos

siempre sentirás mi paso

sobre tu pecho ardiente

y los micro pliegues de tu piel

me guían, me conducen

a tu corazón

a tu mente

a tu hermoso jardín

con todas sus fragancias.

© Gabriel Cordears

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo sé.

Atnic.

Ana dijo...

Mágico.
Este poema me hizo recordar (cual moraleja) algo que aprendí hace un tiempo (no mucho), fue algo así como "la fórmula para no caer en el olvido es la propia autenticidad. Esta es la llave para resultar inolvidable, pues no habrá nada semejante que pueda llegar a compararse al ser únic@", y me dio por pensarlo cuando releo esto de

"me reconocerás
en cada ruta de tu cuerpo
que yo siga
aunque sean siempre
distintos los caminos
siempre sentirás mi paso"