/** Page structure tweaks for layout editor wireframe */ body#layout #header { margin-left: 0px; margin-right: 0px; } -->

24 de marzo de 2008

LUGAR


A la mañana paso
cerca de un sitio rodeado de muros
altos grises tristes sucios
de carteles, de vote lista azul
un día miro adentro
es una villa miseria.
Gente
más gente.
Vestida de tela barata
desnuda de felicidad.
Una chica me ofrece limones
"cien la docena, cómpreme"
Tiene trece años, más o menos
mi edad.
Un almacén ruinoso,
con ratas, con suciedad
con microbios funestos.
Es un sitio rodeado de muros
sucios de crímenes humanos
que son sólo los nuestros.

© Franca Jarach
Nació en Diciembre de 1957, secuestrada el 25 de junio de 1976 y desaparecida desde entonces.

Extraído de "Desde el silencio" Editado por Página 12 1984

2 comentarios:

Raquel Graciela Fernández dijo...

Conocía el poema, muy fuerte. Leí muchos trabajos de jóvenes poetas desaparecidos. Hubo una chica que me impresionó vivamente con sus letras, Alcira Graciela Fidalgo, secuestrada el 4 de febrero de 1977y desaparecida desde entonces. Tanto es así, que le dediqué un poema. Te lo dejo, en este día tan especial, como homenaje a ella y a tantos jóvenes que corrieron su terrible suerte:


MOLINOS DE VIENTO
"¿Dónde están, dónde están mis molinos de viento?"
ALCIRA GRACIELA FIDALGO


Alcira
has encontrado
tus molinos de viento.

Tus molinos de viento
tenían charreteras
y el pétreo corazón
vacío de palomas.

Vacía de palomas
se ha quedado tu ausencia;
ni espadas refulgentes
ni el yelmo de Mambrino
pudieron erigirte
vencedora de monstruos.


Vencedora de monstruos
que no tienen clemencia
del llanto del hermano,
de la piel del poeta,
de la hebra de cielo
que anudó corazones
derrotados de espanto.


Y sin embargo, Alcira,
tu poema refulge.


Todavía necesitamos Quijotes.


Un abrazo enorme y, como siempre, todo mi cariño!

Gabriel Cordears dijo...

Gracias Raquel, como dejaste tu bello poema aquí he visto conveniente publicarlo en la otra Página.
Quedé consternado con aquello que sucedió con tantas personas que lucharon por un ideal. Es la historia que nos toca vivir suceden estos atropellos a la vida aun, de diversas maneras y por tanto todos, artistas o no, estamos en la obligación moral de denunciarlas para que no sigan ocurriendo.

Un abrazo fuerte!