Viste que era cierto
Que el vino te esperaba
Y el café que destapamos.
Hasta la cajetilla de cigarros
Ansiaba tus blancas manos
Para comenzar…
Viste que mi voz no cambia
Ni traiciono jamás con la mirada
Y mi alma te esperaba
En un rincón de mi pecho abierto
Tragando todas mis palabras
Todos mis abrazos
Y mis cautivas ganas…
Viste que si me propongo
Me olvido que te amo
Me convierto en un extraño
Sin llamarte ni tocarte
Ni pedirte que te quedes
Conmigo un instante
Y si quiero no te escribo
Ni un beso te dedico
Muriendo en mi silencio
Como te mueres en el mar
Si no preguntas.